El Evangelio San Lucas es el tercero dentro de los evangelios sinópticos y sobresale por su extenso contenido; desde el principio nos damos cuenta de que este libro de la Biblia es fruto de una compleja elaboración
Gracias a este evangelio, conocemos los relatos de la infancia de Jesús (anunciación, visitación, presentación...), algunas apariciones del Resucitado (el encuentro en Emaús, por ejemplo), y parábolas y relatos que nos muestran y acercan mucho más a la figura del maestro (la parábola del Hijo pródigo, la pecadora perdonada en casa de Simón, el encuentro con Zaqueo, entre otros...).
La tradición lo ha titulado «según san Lucas», dando así su autoría al «médico querido» de Pablo (Col 4,14)
En cuanto a la fecha de su composición, el autor tiene noticia de la destrucción de Jerusalén (año 70), pero no de la persecución de Domi- ciano (año 90-95), y también parece vivir el rechazo oficial de la sinagoga a los cristianos (entre el año 85 y 90); por eso muchos biblistas
sugieren como fecha probable la década de los 80.
En cuanto al lugar de su composición hay mucha conjetura. La tradición habla tanto de Cesarea, Alejandría como del sur de Grecia, entre otros lugares. Lucas se ha simbolizado mediante un buey o un toro porque su evangelio comienza con la visión de Zacarías en el Templo, donde se sacrificaban animales como bueyes, terneros y ovejas. El evangelio de Lucas comienza y termina en el Templo; los Hechos de los apóstoles constituyen la segunda parte del evangelio de Lucas. Si en el evangelio encontramos el camino de Jesús, en los Hechos tenemos el camino de las comunidades que siguieron a Jesús. El libro de los Hechos termina llegando Pablo a Roma, ciudad que, para Lucas, representa "los confines del mundo". Introducción al Evangelio de San Lucas